La ciudad de San Pedro, ubicada a orillas del río Paraná, a unas dos horas de la ciudad de Buenos Aires, se erige como un destino verdaderamente excepcional. Más allá de su paseo costero, que se extiende por cerca de un kilómetro, esta ciudad se distingue por sus encantadores espacios verdes y por su fascinante casco histórico. En las pocas manzanas que rodean la calle principal, la avenida Mitre, se despliega un conjunto de edificios que invitan a una exploración a pie, y que sin duda merecen una visita tanto por su importancia histórica como por su impresionante arquitectura. Uno de estos tesoros es “El Castillo”, una construcción que inmediatamente evoca la imagen de un palacio señorial, con sus ventanales y una torre que parece sacada de un cuento de hadas.